Kombucha de Té verde y Kombucha de Té negro

Kombucha té verde kombucha té negro

Las bebidas de kombucha combinadas con té negro o verde se han destacado por sus propiedades promotoras de la salud, en donde, si bien ambas muestran varios beneficios que resultan similares, en algunos casos el uso de uno resulta más efectivo que el otro.

Y estas diferencias que puede haber son producidas por las diferencias que existen entre el té verde y el té negro, ya que la kombucha hereda y potencia las propiedades de ambos tés.

El té verde tiene un mejor efecto estimulador sobre la fermentación de la kombucha en comparación con el té negro, generando el producto deseado en menor cantidad de tiempo. Pero también las propiedades antioxidantes y antimicrobianas de ambos productos son diferentes y lo analizaremos en los siguientes apartados.

¿Cuál presenta la mejor capacidad antioxidante?

La kombucha preparada a partir de té verde se caracteriza por tener el mayor potencial antioxidante. Esto se debe a su mayor contenido en catequinas con un efecto más potente contra el estrés oxidativo en comparación al té negro. [1]

El principal efecto protector del té se debe a su contenido en polifenoles, destacándose las catequinas y flavonoides, que ayudan a mantener la integridad de los tejidos de todo el organismo. [2]

Varios estudios han demostrado que las fuertes propiedades antioxidantes del té verde se atribuyen a la presencia de las catequinas galato de epigalocatequina (EGCG) y epigalocatequina (EGC), antioxidantes muy potentes en comparación a las teaflavinas y tearubiginas del té negro. [3]

Si el té verde es utilizado como base para preparar la kombucha puede potenciar aún más sus propiedades antioxidantes. [1]

¿Quién tiene mejor capacidad antimicrobiana?

En varios estudios se encontró que la kombucha de té verde presenta una mayor capacidad antimicrobiana que la kombucha preparada a partir del té negro. Esto debido a que las catequinas EGCG y ECG del té verde tienen actividad antibacteriana tanto contra algunas Gram positivos (+) como contra Gram negativos (-). [3] [4] [5]

A diferencia del té negro el cual muestra un espectro antimicrobiano más reducido y menos letal.

El té negro en altas concentraciones podría tener un efecto bactericida en microorganismos patógenos dentales pero su capacidad es incluso menor que la del té verde. [4]

En varios estudios se encontró que la kombucha de té negro es capaz de inhibir patógenos como Shigella sonnei, Escherichia coli, Salmonella enteritidis y Salmonella typhimurium. Mientras que la de té verde demostró inhibir el crecimiento de M. luteus, S. aureus y B. cereus, siendo M. luteus el más sensible. [3]

La kombucha presenta actividad antimicrobiana debido al ácido acético producido durante la fermentación. Y en un estudio se observó que el té verde se caracterizaba por presentar el mayor contenido de ácido acético en comparación con el té negro y otras bebidas de te fermentado. [3]

También la kombucha de té verde mostro una mayor termoestabilidad de sus componentes a diferencia de la kombucha de té negro. [4] [5]

¿Cuáles son sus efectos contra las enfermedades cardiovasculares?

Lo que vera a continuación esta orientado a la investigación del té y no de la kombucha en sí por la falta de información científica, pero lo consideramos, ya que al ser el sustrato de la kombucha, las propiedades se heredan e incrementan en la fermentación tal como lo vimos en el apartado anterior.

Ambos tés son capaces de controlar varios mecanismos patológicos que pueden predisponer la aparición de enfermedades cardiovasculares, como la actividad hipolipidémica, capacidad antioxidante, la protección de las LDL contra la oxidación, entre otros. [6] [7]

En varios estudios se demostró que el té negro disminuye el riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares, esto también por el control de los niveles de triglicéridos, polifenoles y de la presión arterial.  

Se comprobó que beber té negro con regularidad disminuía significativamente las enfermedades cardiovasculares, beber 3 o 6 tazas al día mejoraba el estado antioxidante del organismo, aunque si se excede ese límite puede resultar peligroso. [6]

También, el té negro reduce los niveles de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad en personas con hipercolesterolemia.[8] [9]

En estudios con hámsteres se encontró que el efecto hipolipidémico del té verde no se debe a la reducción de colesterol o la síntesis de ácidos grasos, por lo que se considera que la disminución del colesterol se deba a la absorción. No se ha determinado si ocurre un mecanismo similar en humanos. [7]

También las catequinas del té verde ejercen efectos protectores vasculares a través de múltiples mecanismos antioxidantes, antihipertensivos, antiinflamatorios, antiproliferativos, antitrombogénicos y reductores de lípidos. [10]

¿Pueden ayudar en la pérdida de peso corporal?

El té negro desempeña un papel importante en la pérdida de peso gracias a su contenido en polifenoles que aumentan la lipolisis reduciendo así la acumulación de grasa en los tejidos. Estos resultan más eficaces que los polifenoles del té verde. [11]

También reducen la digestión, absorción e ingestión de lípidos y carbohidratos complejos, reduciendo la ingesta de calorías, además de suprimir la digestión de otros nutrientes. [11] [12]

Otro punto a mencionar del té negro es que mediante la reducción del estrés oxidativo puede bloquear los procesos patológicos y la comorbilidad de la obesidad.

Por su parte, las preparaciones con té verde generan una pequeña pérdida de peso estadísticamente no significativa en adultos con sobrepeso u obesidad. También parecen inducir una pequeña pérdida de peso y una reducida capacidad para mantener esta perdida durante el tiempo. [13]

En este sentido, la pérdida de peso parece ser mas efectiva con el té negro que el té verde, ya que según lo establecido en esta investigación, si bien el té verde tiene una mayor concentración de polifenoles, estos parecen ser mas potentes en el té negro.

¿Cuáles son sus beneficios contra el cáncer?

Lo primero que quiero aclarar es que por ningún motivo la información a continuación representa la solución al cáncer. Es un tema complicado y solo voy a hablar acerca de la información mas relevante mayormente probada en animales o en el laboratorio.

Existen datos epidemiológicos que sugieren que el consumo de té contribuye a la prevención del cáncer, pero aún no se ha determinado la diferencia entre el té verde y negro en sus propiedades anticancerígenas.

Las teaflavinas del té negro ejercen una acción quimioprotectora contra los tumores, también pueden regular el crecimiento y metástasis de las células cancerosas, además de aumentar la apoptosis (muerte celular) en estas, según observaciones hechas en roedores. [14]

Se demostró que las hojas de té negro contienen una serie de componentes bioactivoscomo polifenoles, aminoácidos, compuestos volátiles y alcaloides, que presentan la capacidad de controlar varias enfermedades afectando varios mecanismos patogénicos de estos.[15]

El té verde funciona como prevención primaria del cáncer retrasando su aparición y disminuyendo su incidencia, también las catequinas del té verde en conjunto con los medicamentos contra el cáncer podrían potencian sus efectos anticancerígenos, ejerciendo como prevención terciaria del cáncer. [16]

En este sentido, el té verde tiende a tomar un mayor protagonismo, sobre todo por la EGCG que hablamos en nuestro apartado de capacidad antioxidante, ya que se ha nombrado en estudios como un elemento que puede ayudar a prevenir la recurrencia del cáncer de mamas. [17]

También es importante destacar que la cantidad de EGCG en la kombucha preparada con té verde no varía mucho comparada con el té verde como tal, como lo muestra este estudio. [18]

¿Pueden ayudar a disminuir los riesgos de diabetes?

Tanto el té verde como el té negro muestran componentes con posibles efectos antidiabéticos en personas, y se ha relacionado con la mejora clínica de los niveles de glucemia.

El té negro disminuye los niveles de glucosa en sangre, mejora la sensibilidad a la insulina, mejora la capacidad de metabolizar el azúcar, las catequinas del té mejoran el estado de la insulina y en algunos estudios se demostró que mejoraba los niveles de azúcar en sangre posprandiales en adultos normales y prediabéticos. [19] [20]

En algunos informes se menciona los beneficios de las catequinas del té para controlar la diabetes tipo 2. Aunque, otros estudios han indicado que el consumo crónico de té verde puede generar insuficiencia hepática, daño neuronal y exacerbación de la diabetes. Por lo tanto, las variaciones del efecto luego del consumo del té verde son bastante grandes. [21]

Puedes revisar nuestro post dedicado sobre si los diabéticos pueden consumir kombucha.

Nuevamente, quiero reiterar que la mayoría de los estudios citados están basados en el consumo de té y no de kombucha, mayormente en los apartados relacionados con enfermedades, y se hizo de esta manera debido a la falta de información.

Hemos llegado al final del artículo, así que espero te haya podido ayudar a resolver si es mejor la kombucha de té verde o te negro, y que la respuesta no es blanco o negro, sino que depende de la finalidad, aunque la kombucha de té verde tiende a ser un poco mejor. No te vayas y sigue informando acerca de la kombucha y otros fermentados.


Referencias

[1] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7278673/

[2] https://www.hindawi.com/journals/jchem/2015/591869/

[3] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3249787/

[4] https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/10942910701675928

[5] https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1111/j.1745-4514.2011.00629.x

[6] https://www.nature.com/articles/1602489

[7] https://academic.oup.com/jn/article/129/6/1094/4721864?login=true

[8] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0091743511004877?casa_token=mwkIseilmb8AAAAA:888Bu-zJ65QYyTL5uCM2qLPV8piN27dSzyf26dn5Ex07PDPS1cTG77oGGzbRPUCty-pTLm2Qvw

[9] https://academic.oup.com/jn/article/133/10/3298S/4687625?login=true

[10] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2748751/

[11] https://www.mdpi.com/1420-3049/21/12/1659

[12] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0271531708001048?casa_token=K8tgyem03UQAAAAA:F9_QLrHKa5MfvdHXjBaTudVW52b_NOqi7XYdFn03b6K0aRXT6_RsxByBZYHhILy4P7nDBlpi4w

[13] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23235664/

[14] https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/01635581.2019.1578389

[15] https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/10408398.2014.994700

[16] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5824026/

[17] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3770659/

[18] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0308814606004250

[19] https://pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/jf020514c

[20] https://search.informit.org/doi/abs/10.3316/ielapa.559099379799146

[21] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5481694/